Para curarse a si mismos, lo fundamental es experimentar apartando la personalidad del camino y dejar que Dios haga la curación. Existe una tremenda Voluntad en el universo que cuando se libera mediante la atención, proporciona un formidable ímpetu de perfección; en este caso, de salud perfecta. Llegar a estar en perfecta armonía con esa fuente de la Voluntad es fundamental para la curación.
Para curarse a si mismos, lo fundamental es experimentar apartando la personalidad del camino y dejar que Dios haga la curación. Existe una tremenda Voluntad en el universo que cuando se libera mediante la atención, proporciona un formidable ímpetu de perfección; en este caso, de salud perfecta. Llegar a estar en perfecta armonía con esa fuente de la Voluntad es fundamental para la curación.